"Dulces Maqruts para los siete enanitos argelinos"

υτό που δεν με σκοτώνει με κάνει πιο δυνατό"
"Beni öldürmeyen Beni güçlendiriyor"

"Lo que no me mata Me hace más fuerte"

Tot allò que no em mata Em fa més fort


Dimarts 1 de Febrer del 2011

Martes 1 de de Febrero del 2011

Τρίτη 1 Φεβρουαρίου 2011

Şubat 2011Salı

1de Fevereiro de 2011


___IMATGE DEL DIA___
"Acolorit" (Il.listració: Enric)

"المقروط / Los Maqrut"

Revisando mis viejos libros culinarios de cultura árabe me he topado, justamente, con el interesante “¿K eskés?", dedicado a la cocina “Pied-noir” argelina (y editado en 1989 por la editorial Orion 93).

Allí, entre un “Bacalao al estilo de Argel” y una “Bouillabaisse Mulay Assa” he localizado la receta del Maqrut, un dulce que, hace ya demasiados años, me gustó de forma especial durante mis correrías por un París que tenía más bien idealizado y que era vivido como fantástico (incluso para un tipo con tan poco dinero en sus bolsillos y un dominio de la lengua , digámosle, tan poco acurado como el mío)...

Era yo por entonces un jovenzuelo con una pinta peculiar y enamorado profundamente de las culturas árabes en toda su amplitud. Un tipo que se movía por la gran urbe a la caza y captura de experiencias relacionadas con lo arabizante. Así, desde las incursiones en el magnífico Instituto del mundo árabe hasta el callejeo incansable por el barrio del Sentier o por Barbès, aquel mundo se me antojaba, ya no solamente cosmopolita sino, verdaderamente inabarcable en su variedad, en su riqueza cultural, desde lo literario a lo gastronómico...
Así, estaba yo totalmente enamorado de Argelia, y más tras el shock que supuso para mi el descubrimiento del Raï y de artistas como el gran Jaled, Cheb Mami o la tremenda Cheikha Remitti ... buscaba, como un sabueso, todo aquello que exhibiera esa bandera verde y blanca con su luna y su estrella tan rojas...Argelia, Argelia...

Y uno acudía a ciertos tugurios pasteleros de algunas zonas de la capital francesa para degustar, a un precio más que sospechoso, las especialidades paridas por manos expertas que todavía bebían de la memoria patria y te regalaban ese sabor que trajeron bien propio en el fondo de maletas oscuras y más bien vacías... maleta de emigrante que marcha porque nada le queda... desde Marruecos, desde Túnez o Argelia... sabores de azahar y sésamo, de mantecas clarificadas y la miel infinitamente más dulce que jamás probé...y acudía, para qué vamos a negarlo, hambriento como un perro callejero y con la osamenta húmeda... la habitación de la rue St. Antoine dejaba bastante que desear... y llegaba frente al escaparate decorado con lamparones de lluvia seca con la salivera acumulada y la emnte fija, casi mareada de imaginar las sensaciones que mi paladar ya añoraba (después de una noche de griterío de borrachos, de oraciones en jergas indescifrables y ese nosequé que te invade cuando la soledad es tan tuya y estás tan lejos del hogar...
y, bueno, Ahmed o Hamid, o Safy, Muhammad o Zuhir o Aziz me saludaban con un !ahlan! mientras los vapores del pan recién hecho se esparcían por la pieza mal barrida y mal fregada y de cortinajes aterciopelados y espesos en su máxima expresión... para que el hambre, irreductible como el galo aquel, ronroneara en mi interior y, reflejando la más triste de las expresiones petitorias en mi mirada, desinhibiera ese carácter un tanto tímido que algunas veces me pierde para inducirme a la difícil, casi dramática operación de elegir uno, y sólo uno, de esos dulces esparcidos por el mostrador de cristal añejo y resquebrajado...

“Zlabiyas” y “Oreilletes”, pastelitos de sésamo tostado o de almendra fileteada... y los Maqrut... un universo de sabores y texturas inmensamente dulces y casi picantes de tanto serlo...

Y me crucé hoy nuevamente con estas recetas... y retornaron los aromas y las vivencias a mi mente y pensé ¿porqué no hacer, ahora mismo, unos deliciosos makrut?... salí a la calle y en la tienda de Riyad escogí unos dátiles tunecinos y algo de sémola (de la más fina no tenían así que decidí usar harina de trigo para preparar la masa), agua de azahar y unos calvos de olor... llegué a casa y, bueno, aquí está el resultado...casi agrestes, caseros hasta la ulterior consecuencia y dulces hasta casi picar el paladar... regresé, por un instante, al París de mi adolescencia....aquí una muestra...

...
___ المكونات /Ingredientes___
- 250 gr de sémola de trigo de grano fino (o harina de trigo)
- 250 gr de sémola de trigo de grano grueso

- 100 gr de mantequilla derretida
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 200 gr de pasta de dátil
- 2 Cucharadas soperas de Agua de azahar

- 1 Pizca de sal
- 1 cucharadita (de café) de canela
- 1 cucharadita de Clavo de olor
- Aceite de oliva para freír

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التحضير/Peparación___
1/ Deshuesaremos los dátiles y los picaremos hasta conseguir una pasta sin grumos.

2/ Prepararemos un almíbar con azúcar, agua, zumo de un limón y una cucharada de agua de azahar que incorporaremos una vez apagado el fuego.
3/ En un recipiente hondo podremos las sémola, la mantequilla, el agua de azahar y mezclaremos insistentemente hasta formar una masa homogénea. Condimentaremos al gusto con clavo de olor recién molido y canela en polvo.
4/ Una vez formada esta masa, que debe quedar tersa y untuosa, blanda y manejable, la dejaremos reposar durante media hora aproximadamente y tapada con un paño seco.
5/ Reposada la masa vamos a procedes a estirarla para conseguir un gran rectángulo de medio centímetro de grosor (aprox.).
6/ Dividiremos la superficie en rectángulos similares. Tengamos en cuenta que cada una de las piezas resultantes medirá el doble de la longitud final de nuestros Makrut.

7/ Pondremos una porción de pasta de dátil sobre una de las mitades de cada rectángulo.

8/ Doblaremos la masa sobre si misma para conseguir así una especie de emparedado y presionaremos levemente para sellar los laterales de las tres partes que quedan abiertas.

9/ Una vez tengamos todos los Makrut listos marcaremos sus superficies con la parte no cortante de un cuchillo para dibujar en estos una rejilla.

10/ Freiremos en abundante aceite de oliva bastante caliente hasta que estén bien dorados.
11/ Una vez fritos y después de dejarlos reposar un par de minutos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa los introduciremos en el almíbar ya tibio donde permanecerán durante cinco minutos (aprox.) para que se empapen suficientemente.
Al extraerlos podemos espolvorearlos con azúcar lustre o con semillas de sésamo crudas.Y ya sólo queda disfrutar del dulzor especiado de este pastelito an típico del magreb y al que le va como pintado un buen té verde con menta fresca.Os recomiendo guardarlos en algun recipiente hermético.
!بصحتكم / Que sea a vuestra salud !

Y, para teminar, un poco de alegría (a pesar del repentino final del vídeo!!!) con este "hit" del kabileño Takfarinas "y los siete dulces enanitos"...


...

2 comentarios:

Josafá Crisóstomo dijo...

Amigo Enric,

Essa sua postagem trouxe-nos detidamente para essa experiência do adolescente em território parisiense: encontrando na ocasião uma iguaria mais próxima dos seus sonhos e desejos, posto que pertencente a esse universo riquíssimo da cultura árabe.

Hoje estive em uma exposição em um importante museu da minha cidade chamada: Islã - arte e civilização. Senti-me em alguns momentos como se estivesse visitando o seu blog Bosphorus, se ele pudesse existir no mundo real e não apenas no virtual. Havia ali essas mesquitas e seus minaretes projetados nas paredes... Havia vasos ricamente adornados provenientes da Síria, Astrolábios do Irã, Exemplares do Corão com páginas douradas vindos de Damasco, peças em cerâmica também da Síria, porta-cálamos, tapetes persas os mais diversos.
Enfim, só faltou-nos sentir o cheiro desses acepipes que você sempre nos apresenta na sua versão mais do que criativa, porque amorosa: como esses deliciosos pasteizinhos recheados de tâmaras.
Fico sempre contente de te ver cozinhando e, assim mesmo, bem feliz e generoso.
Esse seu blog é um sonho,um alento como a indicar que viver é trazer de todas as experiências vividas essa riqueza de conhecimento e de sensibilidade que, então, se expande nesse compartilhar saudável e metódico de sabores, sons e cores!

Assalámu alêykum!

ENRIC dijo...

عليكم السلام Jo !

Grácias por tomarte un tiempo y venir aquí a decir cosas tan buneas que uno no merece...

Me alegro de que las cultura de los países árabes sea también de tu interés y que así podamos compartir también, de ahora en adelante, cuestiones que van a ir surgiendo al respecto.

Espero, con ganas, que em emandes, por ejemplo, una buena receta brasileira y cocinarla para todos los lectores de Bosphorus. A ver si te animas companheiro.

Que un abrazo y que اللقاء... (hasta pronto).